Hasta aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos, los de mi raza y de mi sangre, los israelitas, a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto, las promesas. Ellos son descendientes de los patriarcas; y de su raza, según la carne, nació Cristo, el cual está por encima de todo y es Dios bendito por los siglos de los siglos. Amén. (Rom 9:1-5)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/103125.cfm
La apreciación de Pablo por la fe del pueblo judío se refleja en la declaración del Concilio Vaticano II, Nostra Aetate (1965): consciente del patrimonio común con los judíos, la iglesia deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos. (Nostra Aetate, 4) La foto de hoy es de nuestra peregrinación al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén. El salmo de hoy es una versión de Blues Gospel del Salmo 84, ¡Cuán hermosas son tus moradas! https://youtu.be/UP-qjywTeoI?si=xVk6SzB9Jk0CgGkc
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Viernes XXX, Tiempo Ordinario (Vigilia de Todos los Santos—Halloween)
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