Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas; ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra.
¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor. (Is 2:1-5)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/113025.cfm
Espadas en arados, lanzas en podaderas. ¿Se trata solo de una tontería profética de Isaías? ¿O es posible que los seres humanos trabajen juntos por la justicia que trae una paz duradera? Obviamente, la paz es un trabajo duro, más duro que cantar Kumbaya. Convertir espadas en arados y lanzas en podaderas requiere fuerza y ​​compromiso. "¡Vengan, caminemos a la luz del Señor!" https://youtu.be/kp-880Tj2E4?si=3TeVSD-_xXI-dlDO