Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es nuestra fortaleza para siempre; porque él doblegó a los que habitaban en la altura; a la ciudad excelsa la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó hasta el polvo donde la pisan los pies, los pies de los humildes, los pasos de los pobres”. (Is 26:1-6)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120425.cfm
A Dios no le impresionan los imperios. A Dios le importan los más vulnerables y cómo los tratamos. Como dice Jesús: “Tuve hambre, y no me dieron de comer; fui forastero, y no me hospedaron” (Mt 25,42-43). https://youtu.be/I6vjaimSK4E?si=6iJG8FQqImUXH-3_
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Jueves I, Adviento
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