Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos. (Lc 14:12-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110325.cfm
San Martín de Porres (1579-1639), hijo ilegítimo de un español y una esclava africana liberada, no siempre fue bien recibido en la mesa. Los miembros de su comunidad religiosa se burlaban de él por ser ilegítimo y descendiente de esclavos, llamándolo “perro mulato”. Mi madre trabajaba como enfermera en el Hospital Beato Martín de Porres (una maternidad para mujeres negras) en Mobile, Alabama. Cuando Martín fue canonizado en 1962 por el Papa Juan XXIII, se eliminó el título de “Beato” y se añadió el de “Santo” con nuevas letras.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
San Martín de Porres, religioso, 3 de noviembre
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