Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

- :
“Oráculo de Balaam, hijo de Beor,
palabra del varón de ojos penetrantes:
Yo lo veo, pero no en el presente;
yo lo contemplo, pero no cercano:
de Jacob se levanta una estrella
y un cetro surge de Israel’’.
(Núm 24:15-17)
La profecía de Balaam es extraordinaria, especialmente porque sale del Libro de los Números. En estos últimos días del Adviento, podemos ver el gran plan de Dios por nuestra salvación en las lecturas de la liturgia diaria. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila eran reformadores de la iglesia y también de la Orden del Carmelo. San Juan tiene fama por su poesía en lingua española y tiene el apodo, “Doctor místico”. Falleció en el año 1591. La foto es de un dibujo de la Crucifixión hecho por San Juan.

- :
El espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha ungido
y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres,
a curar a los de corazón quebrantado,
a proclamar el perdón a los cautivos,
la libertad a los prisioneros,
y a pregonar el año de gracia del Señor.
(Is 61:1-2)
Estén siempre alegres.
(1 Tes 5:16)
El Tercer Domingo de Adviento tiene un nombre especial “Domingo Gaudete” (de latín) que significa “¡regocíjense!”. Por eso, este es el domingo de gozo, porque el Señor está cerca. Tradicionalmente, se usan vestiduras de color rosado, no morado. Y también este domingo se llama Domingo Rosado. Lo importante es que en el pasaje del profeta Isaías el gozo está basado en la justicia en acción.

- :
“Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén,
pues vengo a vivir en medio de ti”, dice el Señor.
(Zacarías 2:14)
Seguimos celebrando la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, y estoy pensando en mi primera visita al templo de Nuestra Señora de Guadalupe en Cherokee Qualla Boundary (la reserva de los indígenas), Cherokee, Carolina del Norte. El templo tiene la forma de un salón de encuentro de los Cherokee, representando las siete tribus de la Nación Cherokee. El gran vitral de Nuestra Señora de Guadalupe ocupa una de las siete paredes. Bajo la imagen de la Virgen hay un letrero que dice: “La Patrona de naciones capturadas y pueblos conquistados.” Y también la imagen de Cuauhtlatoatzin (San Juan Diego) no es de un Chichimeca, sino es un Cherokee. El artista y la comunidad de los Cherokee saben que Nuestra Señora de Guadalupe es madre de ellos también.

- :
Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza.
(Apoc 12:1)
¿Quién soy yo, para que la Madre de mi Señor venga a verme?
(Lc 1:43)
En el año 1531, la aparición de la Virgen María a Cuauhtlatoatzin (bautizado como Juan Diego) fue el estímulo para la evangelización de las Américas. Los frutos de este momento perduran en la fe de los pueblos indígenas de estas tierras y sus descendientes. Una amiga (no latina) me dijo: “Esta es la única aparición de que no tengo dudas”. Lo que la Señora le dijo a Cuauhtlatoatzin fue muy sencillo: “Yo soy tu madre piadosa”. Pero ella se lo apareció como indígena y hablando su idioma. Y todavía la Morenita de Guadalupe sigue siendo la piadosa Madre de todos los discípulos de su Hijo.

- :
Esto dice el Señor, tu redentor ,
el Dios de Israel:
“Yo soy el Señor, tu Dios,
el que te instruye en lo que es provechoso,
el que te guía por el camino que debes seguir.
¡Ojalá hubieras obedecido mis mandatos!
Sería tu paz como un río
y tu justicia, como las olas del mar.
Tu descendencia sería como la arena
y como granos de arena, los frutos de tus entrañas.
Nunca tu nombre hubiera sido borrado
ni arrancado de mi presencia”.
(Is 48:17-19)
La promesa de Dios para guiarnos por el camino que debemos seguir parece más importante este Adviento, más que nunca. Hemos perdido el bien común, el sentido que estamos conectados en este mundo y que debemos trabajar por el bien de todos. A fin de cuentas todos formamos una sola familia, la familia humana. El Señor nos instruye en lo que es provechoso. ¡Ojalá que le hagamos caso! La foto es de la Playa Roja de la isla griega, Santorini.