Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

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Las mujeres salieron huyendo del sepulcro, llenas de temor y asombro, y no dijeron nada a nadie por el miedo que tenían. (Mc 16:8)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042322.cfm
El Evangelio de Marcos en realidad termina con el versículo, 16:8. El escritor del evangelio pone la carga de contar las Buenas Nuevas de la Resurrección a los LECTORES (o más bien a los OYENTES) del evangelio. Las mujeres no dicen nada a nadie por miedo . . . así que los discípulos y Pedro no van a saber lo que ha pasado a menos que NOSOTROS se lo digamos. La iglesia malinterpretó la intención del escritor del evangelio, por lo que hubo varios intentos de escribir "finales" para el evangelio. Vea las notas al pie del capítulo Marcos 16 en sus Biblias o haga clic en este enlace: https://www.biblegateway.com/passage/?search=mark+16&version=TLA. Rezamos por Ucrania.

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Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”. Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: “Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres?’, porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos. (Jn 21:1-14)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042222.cfm
Una de mis historias favoritas de aparición de resurrección: Desayuno junto al mar. Él continúa revelándose a nosotros en la Fracción del Pan y en nuestra vida comunitaria.

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Después les dijo: “Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”. Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: “Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto”. (Lc 24:35-48)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042122.cfm
Ser testigo. . . hablar de lo que hemos visto y oído, esa es la misión que nos ha dejado el Señor Resucitado.

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Otras muchas señales hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. (Jn 20:19-31)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042422.cfm
“Jesús hizo muchas otras señales. . . pero estas se han escrito para que crean” y “tengan vida en su nombre”. Así llegamos a lo que es la primera conclusión del Cuarto Evangelio. Pero luego, después de la muerte de Pedro y el Discípulo Amado, el escritor del evangelio decidió agregar un capítulo adicional, el Capítulo 21, para responder a las preocupaciones sobre los roles respectivos de estos dos importantes discípulos en la vida y la espiritualidad de la iglesia primitiva. Rezamos que Ucrania tenga vida.

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Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: “¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!” Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: “De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón”. Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. (Lc 24:13-35)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042022.cfm
El Señor todavía anda con nosotros en el camino y se nos revela en las palabras que habla y en la fracción del pan.