Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos. (Mt 20:20-28)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072522.cfm
Servir y no ser servido es el sello distintivo del ministerio cristiano según Jesús. Tal vez algún día como iglesia aprendamos la lección que Jesús enseña. Como dice el canto, "Poder es servir, porque Dios es Amor".
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Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos". Entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: 'Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino.” (Lc 11:1-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/readings/072422.cfm
Señor, enséñanos a orar . . . El Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos dice: “Queridas abuelas y queridos abuelos, queridas ancianas y queridos ancianos, en este mundo nuestro estamos llamados a ser artífices de la revolución de la ternura. Hagámoslo, aprendiendo a utilizar cada vez más y mejor el instrumento más valioso que tenemos, y que es el más apropiado para nuestra edad: el de la oración.” El Papa Francisco nos anima a ser "poetas de oración" y a encontrar nuestras propias palabras, y a retomar las palabras de la Escritura. Pienso en mi abuela y en todos los maravillosos adultos mayores que han sido parte de mi vida y que me han enseñado a encontrar mis propias palabras y a orar.
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Salmo Responsorial (Salmo 83)
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido,
cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío.
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
https://bible.usccb.org/es/bible/readings/072322.cfm
Como nos recuerda el profeta Jeremías, si queremos ser la morada de Dios, entonces debemos reformar profundamente nuestros caminos y nuestras obras: actuar con justicia, no oprimir a los extranjeros ni a las viudas ni a los huérfanos, y no derramar sangre inocente. Recordamos hoy a la Virgen María, que canta las alabanzas del Dios de justicia que da de comer al hambriento y levanta a los humildes.
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Aleluya
R. Aleluya, aleluya.
¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?
A mi Señor glorioso, la tumba abandonada.
R. Aleluya, aleluya.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072222.cfm
La “apóstola de los apóstoles”—esa es María Magdalena. A pesar de todos los intentos de los padres de la iglesia por relacionarla con la “mujer adúltera”, María Magdalena es la primera en ver al Señor Resucitado. Por supuesto, al principio ella pensó que era el jardinero (!), hasta que él la llamó por su nombre, y ella lo reconoció, y entonces le dio la misión apostólica de “ir y decir” a los demás. María Magdalena todavía proclama: “Vi a mi Señor glorioso, la tumba abandonada”.
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Espántense, cielos, de ello, horrorícense y pásmense, –palabra del Señor–, porque dos maldades ha cometido mi pueblo: me abandonaron a mí, manantial de aguas vivas, y se hicieron cisternas rotas, que no retienen el agua’ ”. (Jer 2:1-3, 7-8, 12-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072122.cfm
Cisternas rotas que no retienen agua . . . una descripción bastante buena de nosotros cuando nuestra vida espiritual se agota. Como nos recuerda el salmista: “Tu eres, Señor, la fuente de la vida”. Con razón Jesús le dice a la samaritana, “el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna”. La imagen de hoy es de la Fuente de la Vida Eterna en Cleveland, Ohio.
