Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

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Esto dice el Señor: 'Éste es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no existe fidelidad en Israel; ha desaparecido de su misma boca'. (Jer 7:23-28)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030724.cfm
La "escucha selectiva" es un problema universal que puede tener consecuencias eternas. Tal vez, por eso la Cuaresma nos llama pacientemente a ESCUCHAR: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: «No endurezcan su corazón». (Salmo 95 o 94).

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En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: “Ahora, Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica . . . Ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de tus hijos". (Dt 4:1, 5-9)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030624.cfm
Como decía el viejo abuelo: "Cuando dejamos de recordar, olvidamos". Es importante recordar las gracias que hemos recibido y contárselas a la siguiente generación.

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Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Jesús le contestó: “No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete”. (Mt 18:21-35)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030524.cfm
Pedro hace la pregunta del millón: ¿con qué frecuencia debo perdonar? Por supuesto, es una pregunta excelente para los que nos gusta medir el perdón. ¡Menos mal que el Señor no es tan tacaño con nosotros como lo somos con los demás!

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Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra” . . . Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una saliente del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí. (Lc 4:24-30)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030424.cfm
¿Por qué la gente de su pueblo quería matar a Jesús? Porque habló de que Dios ayudaba a los extranjeros: a la viuda de Sarepta y a Naamán el sirio. Si Jesús predicara ese mensaje hoy . . . bueno, obtendría la misma reacción.

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Los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres. (1 Cor 1:22-25)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030324-YearB.cfm
La Cruz es muy difícil de vender. La debilidad nunca ha formado parte de nuestro modelo de éxito. Pero proclamar a Cristo crucificado es la misión de Pablo, y como señala el Apóstol de los gentiles, la debilidad de Dios es "más fuerte que la fuerza de los hombres.”