Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

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Así, pues, Adán les puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no hubo ningún ser semejante a Adán para ayudarlo.
(Gén 2:18-25)
Los seres humanos se necesitan unos a otros. No es un error de diseño; es intencional por parte del creador. Como dice San Agustín: “Oh Señor, tú nos has hecho para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”. Como diría el obispo William Curlin: "¿Quién soy yo para juzgar los amores que les llevan a Dios?" Hoy es la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.

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Un día, el Señor Dios tomó polvo del suelo y con él formó al hombre; le sopló en la nariz un aliento de vida, y el hombre comenzó a vivir.
(Gen 2:4b-9,15-17)
Hoy comenzamos la segunda historia de la creación. Dios crea la humanidad. . . y luego decide plantar un jardín para que podamos tener algo que hacer. Hoy es la fiesta de Santa Escolástica, la hermana gemela de San Benito. Se la considera la madre de todas las comunidades religiosas femeninas. El dibujo dice: "El Jardín de Edén está a un par de millas más adelante. Este el Jardín de Morris".

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Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno.
(Gén 1:20-2:4a)
Cuando Dios termina la obra de la creación, Dios encuentra que todo no es bueno, más bien que es "muy bueno". Es comprensible que la gente de la iglesia quiera centrarse en el "pecado original", pero nunca debemos olvidar la "bendición original". Y mientras Dios “descansa” en el séptimo día, nosotros también somos llamados a descansar y apreciar la creación.

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Y vio Dios que era bueno.
(Gén 1:1-19)
A dondequiera que llegaba, en los poblados, ciudades o caseríos, la gente le ponía a sus enfermos en la calle y le rogaba que por lo menos los dejara tocar la punta de su manto; y cuantos lo tocaban, quedaban curados.
(Mc 6:53-56)
En el tiempo que queda antes de la Cuaresma, escucharemos los primeros capítulos del Génesis y hoy comienza la gran historia de la creación. Como dicen algunos teólogos, la bendición original está al principio mucho antes de cualquier cosa que pueda ser interpretada como pecado original. Como nos dice la Escritura: “vio Dios que era bueno". Este mundo y todo lo que hay en él fue creado bueno. La historia de personas que tocaron el manto de Jesús para ser sanados se hizo famosa por el gran Sam Cooke en su canción del gospel (evangelio).

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R. Alabemos al Señor que sana los corazones quebrantados.
El Señor sana los corazones quebrantados,
y venda las heridas.
El puede contar el número de estrellas
y llama a cada una por su nombre.
R. Alabemos al Señor que sana los corazones quebrantados.
(Salmo 146)
A veces, como Job, necesitamos cantar el Blues: “Jamás estaré contento”. Pero la liturgia nos recuerda amablemente que Dios no nos ha abandonado. Podemos alabar al Señor porque Dios sana los corazones quebrantados. Aunque Dios llama a las estrellas por su nombre, Dios todavía se acuerda de nosotros.